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Esquina Sensorial
03
May

¿Qué es el Perfil Sensorial y por qué es vital en el Autismo y/o TDHA?

Conocer el perfil sensorial de un niño con autismo o TDHA es un paso esencial para adaptar la terapia ocupacional a sus necesidades específicas. Esta información permite diseñar intervenciones más efectivas, personalizadas y centradas en el bienestar del niño. En esta entrada te explicamos qué es el perfil sensorial, cómo identificarlo y cómo la terapia ocupacional, junto con el juego sensorial, puede mejorar significativamente la calidad de vida y el desarrollo de tu hijo.

¿Qué es el perfil sensorial?

El perfil sensorial es una herramienta de evaluación que nos ayuda a comprender cómo un niño percibe, procesa e interpreta los estímulos provenientes de su entorno a través de sus sentidos: vista, oído, tacto, gusto, olfato, movimiento (propiocepción) y equilibrio (vestibular).

En niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y TDHA es común observar desafíos en el procesamiento sensorial. Algunos pueden mostrar hipersensibilidad sensorial —por ejemplo, sentirse abrumados por luces brillantes, sonidos fuertes o ciertas texturas—  otros presentan hiposensibilidad, lo que significa que necesitan estímulos más intensos para reaccionar y otro grupo puede presentar respuestas atípicas de búsqueda sensorial, en el que el niño busca activamente ciertos estímulos para satisfacer las necesidades de su sistema nervioso, por ejemplo, pueden dar vueltas sin parar en un juego sin sentirse fácilmente mareados.

Identificar el perfil sensorial permite al terapeuta ocupacional infantil establecer estrategias adecuadas para cada niño, facilitando así su participación en actividades cotidianas, escolares y sociales.

¿Qué es el perfil sensorial?

¿Cómo identificar el perfil sensorial de tu hijo?

Reconocer el perfil sensorial implica una combinación de observación diaria, evaluación profesional y comunicación activa con el terapeuta ocupacional. Aquí te mostramos cómo empezar:

1. Observación en casa

  • Ambientes sensibles: Observa si tu hijo evita ciertos lugares (muy ruidosos, con luces fuertes) o prefiere espacios tranquilos y con poca estimulación.

  • Preferencias táctiles y de movimiento: ¿Busca tocar diferentes texturas? ¿Le gusta masticar objetos o girar constantemente?

  • Reacciones emocionales ante estímulos: ¿Se irrita con la ropa, los sonidos inesperados o ciertos alimentos? ¿Se calma con movimientos repetitivos como balancearse?

Puedes descargar esta guía para hacer una evaluación en casa y consultarla con un terapeuta ocupacional desde AQUÍ

2. Evaluaciones sensoriales estandarizadas

Un terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial puede aplicar pruebas como el Perfil Sensorial de Dunn o la Evaluación de Procesamiento Sensorial (SPM) para detectar las áreas de mayor dificultad y establecer un plan de tratamiento sensorial personalizado. 

Este modelo se basa en dos conceptos principales: el umbral neurológico y la autorregulación.

En la imagen inferior, la flecha vertical representa el umbral neurológico. Se refiere a la cantidad de input que una neurona necesita para activarse. Si mi umbral neurológico es ALTO significa que mis neuronas necesitan mucha información para activarse. En cambio, si mi umbral neurológico es BAJO, significa que mi cerebro responderá de forma muy frecuente y que voy a detectar cosas que otras personas ni siquiera van a ser capaces de notar. No podemos decidir notar o no las entradas sensoriales. No es un capricho, es la cantidad de input que necesita una neurona para activarse.

Todos vivimos en un punto entre este continuo y podemos movernos hacia los extremos en función de si tenemos hambre o estamos cansados.

El segundo concepto es el continuo de autorregulación: tenemos formas activas o pasivas de responder a las experiencias que nos ocurren en nuestra vida diaria. Si intentamos manejar los inputs sensoriales que recibimos, nuestra autorregulación es ACTIVA En cambio, si dejamos que las sensaciones ocurran y respondemos luego, nuestra autorregulación es PASIVA

En un extremo de la flecha horizontal estaría la autorregulación activa y en el otro extremo la pasiva y todo el mundo estamos en algún punto dentro de este continuo. Cuando interactúan estos dos conceptos fundamentales (umbral neurológico + autorregulación) obtenemos los cuatro patrones de procesamiento sensorial: buscador, de registro, de evitación o sensitivo.

Estos patrones no son diagnósticos, no hay patrones mejores que otros, ni tenemos que intentar “arreglar” ningún patrón. Simplemente son características que todas las personas tenemos, tanto peques como adultos. Además, son características que tienen que ver con la persona, pero también con el contexto y con la actividad que está realizando. No podemos modificar como siente la persona, pero sí que tenemos el poder de modificar las actividades y los ambientes para hacerlos más amigables

3. Colaboración con profesionales

Es importante compartir tus observaciones con el terapeuta ocupacional. Esto ayudará a ajustar las estrategias de intervención y mejorar los resultados en la terapia.

¿Cómo identificar el perfil sensorial de tu hijo?

Estrategias para adaptar tu hogar según el perfil sensorial de tu hijo

Una vez identificado el perfil sensorial, se pueden aplicar diversas estrategias de regulación sensorial que potencien la participación del niño en su entorno. Estas intervenciones pueden incluir:

1. Crear un espacio sensorial seguro

Diseña un rincón sensorial o "espacio calma" en casa, ideal para cuando tu hijo necesite retirarse de un entorno abrumador. Usa:

2. Incluir materiales sensoriales adecuados

  • Juguetes con texturas variadas: ideales para estimular el sentido del tacto de forma controlada, como las cápsulas misteriosas con texturas, o usar las pistas magnéticas para autos, que se conectan fácilmente con los pisos sensoriales, de esta manera mientars juega tu hijo recibirá inputs sensoriales táctiles que lo ayudarán a autoregularse.
  • Masas moldeables, arenas cinéticas, pelotas antiestrés o fidget toys: excelentes para trabajar habilidades motoras finas y la autorregulación, como los click & snap
  • Cascos canceladores de ruido o gafas oscuras: útiles si el niño es hipersensible al sonido o la luz.

3. Actividades sensoriales estructuradas

  • Juegos de movimiento: como camas elásticas, columpios sensoriales o circuitos motrices. Estos ayudan a los niños hiposensibles a satisfacer sus necesidades de estimulación vestibular y propioceptiva.
  • Ejercicios de respiración y yoga infantil: promueven la autorregulación emocional y sensorial, puedes usar el set de Yo Aprendo en Positivo Yoga & Mindfulness que trae más de 20 actividades o el kit sensorial de la calma, que incluye una variedad de herramientas que ayudan a los niños a aprender a regular sus emociones y a encontrar su método favorito para calmarse.

4. Establecer rutinas sensoriales

  • Las rutinas estructuradas con pausas sensoriales ayudan al niño a anticipar lo que va a ocurrir, reduciendo el estrés y mejorando su capacidad de adaptación. Incluir actividades sensoriales en momentos clave del día (como antes de dormir o después de la escuela) puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo, para un niño que es buscador sensorial, al momento de hacer la tarea del colegio, haz pausas activas usando el piso giratorio rotana para activar el sistema vestibular y aumentar su capacidad de concentración. 

Rutina sensorial sugerida para buscadores sensoriales

  • 🌞 Mañana: Saltos en mini cama elástica o paseo en bicicleta estática (vestibular/proprioceptivo)

  • ✋🏽 Durante el día: Actividades con plastilina, masajes con cepillos, juguetes con texturas

  • 🎨 Tarde: Baño con espuma o gel con olores intensos, seguido de juegos con peso (manta pesada o chaleco sensorial)

  • 🌙 Noche: Respiración profunda con música rítmica o masaje con crema corporal

Objetivo: Proporcionar estímulos regulados y organizados que satisfagan su necesidad sensorial sin sobreexcitación.

Rutina sensorial sugerida para niños hiporresponsivos:

  • 🌞 Mañana: Estimulación vibratoria (cepillo eléctrico, masajeador), cambios de temperatura controlada (toalla fría/cálida)

  • ✋🏽 Durante el día: Juegos con luces intermitentes, música con ritmo marcado, ejercicios con pelotas de terapia

  • 🎨 Tarde: Túnel sensorial o actividades de arrastre, burbujas con aromas fuertes

  • 🌙 Noche: Estiramientos activos, manta con peso y cuento interactivo con luz o sonido

Objetivo: Activar el sistema sensorial para mejorar la atención y la conexión con el entorno.

Rutina sensorial sugeridapara nniños hiperresponsivos:

  • 🌞 Mañana: Transiciones suaves, sonidos ambientales suaves (música instrumental), presión profunda con manta o chaleco

  • ✋🏽 Durante el día: Juegos en espacios tranquilos, materiales suaves (arena cinética, tela polar)

  • 🎨 Tarde: Actividades con patrones repetitivos y predecibles (puzzles, ensartar cuentas)

  • 🌙 Noche: Luz tenue, cuentos con imágenes suaves y sonidos controlados, respiración profunda guiada

Objetivo: Reducir la sobrecarga sensorial y promover la sensación de seguridad.

Estrategias para adaptar tu hogar según el perfil sensorial de tu hijo

Conclusión: el perfil sensorial como clave en la intervención terapéutica

El abordaje del perfil sensorial en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y TDHA (Trastorno de déficit de atención en hiperactividad) representa un pilar fundamental dentro del enfoque terapéutico centrado en la persona. La identificación precisa de las modulaciones sensoriales (hiperreactividad, hiporreactividad o búsqueda sensorial) permite al terapeuta ocupacional diseñar intervenciones específicas basadas en la integración sensorial, optimizando así la participación activa del niño en actividades de la vida diaria, en el juego, en el aprendizaje y en la interacción social.

Desde una perspectiva funcional, adaptar los entornos y utilizar estrategias sensoriales individualizadas —como el uso de juguetes terapéuticos, rutinas estructuradas, espacios de autorregulación y actividades de estimulación vestibular o propioceptiva— contribuye directamente al fortalecimiento de habilidades como la autorregulación emocional, la atención sostenida, la planificación motora y el desempeño ocupacional global.

Además, incorporar el juego sensorial como herramienta terapéutica no solo favorece la adquisición de habilidades sensoriomotoras, sino que también refuerza la motivación intrínseca del niño, potenciando así el aprendizaje significativo en contextos naturales. Esto resulta especialmente valioso en el caso del TEA, donde la variabilidad en los perfiles sensoriales requiere un abordaje flexible y altamente personalizado.

En definitiva, conocer el perfil sensorial de un niño con autismo no es solo un paso diagnóstico, sino una puerta de entrada hacia una terapia ocupacional más eficaz, respetuosa de su neurodiversidad y orientada a la mejora de su calidad de vida. La colaboración entre familia, terapeutas y educadores es clave para generar entornos inclusivos, accesibles y sensorialmente equilibrados que permitan al niño desplegar todo su potencial.

Conclusión: el perfil sensorial como clave en la intervención terapéutica

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